El pasado año 2023, el mundo alcanzó un hito alarmante al registrar la temperatura global más alta desde que se tienen registros históricos, con un incremento de 1,45°C por encima de los niveles preindustriales. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó que julio y agosto de ese año fueron los meses más calurosos jamás documentados. La secretaria general de la OMM, Celeste Saulo, ha subrayado la necesidad imperiosa de tomar medidas inmediatas para mitigar el cambio climático, señalando que el 2024 podría ser aún más caluroso. Este escenario desafiante requiere una respuesta decisiva por parte de todos los sectores empresariales para acelerar la implementación de energías renovables y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Situación climática y la necesidad de un cambio
El cambio climático se ha convertido en el mayor desafío de nuestra era, afectando a todos los aspectos del desarrollo sostenible y exacerbando las desigualdades globales. Según la OMM, el aumento de la temperatura global no solo representa un riesgo ambiental sino también una amenaza significativa para la salud, la seguridad alimentaria y el desarrollo económico. La transición de fenómenos climáticos como La Niña a El Niño a mediados de 2023 ha contribuido al incremento de las temperaturas, y se espera que el impacto de El Niño en 2024 eleve aún más los registros térmicos.
La responsabilidad de los sectores empresariales
Para las empresas, la urgencia de esta situación climática presenta tanto un desafío como una oportunidad. Los sectores industriales deben liderar la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles. Esto no solo implica la instalación de tecnologías renovables, sino también la implementación de estrategias integrales de sostenibilidad que abarquen toda la cadena de valor.
Energías Renovables: Una base fundamental
La instalación de energías renovables es necesario para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Actualmente, alrededor del 30% de la electricidad generada a nivel mundial proviene de fuentes renovables, según datos de la COP28. Este porcentaje, aunque significativo, debe aumentar de manera acelerada para alcanzar los objetivos climáticos establecidos en el Acuerdo de París.
Las empresas pueden desempeñar un papel crucial en esta transición mediante la inversión en tecnologías solares, eólicas y de biomasa, así como en la mejora de la eficiencia energética de sus operaciones. Las inversiones en infraestructura de energía renovable no solo ayudan a reducir las emisiones sino que también pueden generar ahorros a largo plazo y mejorar la resiliencia ante fluctuaciones en los precios de los combustibles fósiles.
Innovación y Sostenibilidad Empresarial
La innovación es un motor clave para la sostenibilidad. Las empresas deben fomentar una cultura de innovación que incorpore prácticas sostenibles en todos los niveles. Esto incluye desde el diseño de productos hasta la logística y la gestión de residuos. Las soluciones innovadoras pueden variar desde el uso de materiales reciclados y biodegradables hasta la implementación de tecnologías inteligentes que optimicen el consumo de energía y minimicen el desperdicio.
Ejemplos de innovación sostenible
1. Tecnologías de Captura y Almacenamiento de Carbono (CAC): La implementación de tecnologías CAC puede ayudar a las empresas a reducir significativamente sus emisiones de CO₂. Estas tecnologías capturan el carbono emitido por procesos industriales y lo almacenan de manera segura, evitando su liberación a la atmósfera.
2. Eficiencia Energética y Redes Inteligentes: La modernización de infraestructuras con redes inteligentes y sistemas de gestión energética puede optimizar el uso de electricidad, reducir pérdidas y equilibrar la demanda. Las empresas pueden aprovechar la inteligencia artificial y el Internet de las Cosas (IoT) para monitorizar y gestionar sus consumos energéticos de manera más eficiente.
3. Economía Circular: Adoptar modelos de economía circular puede transformar la manera en que las empresas gestionan los recursos. Esto implica diseñar productos pensando en su reciclaje y reutilización, minimizando los residuos y creando un ciclo de vida sostenible para los materiales utilizados.
La Importancia de la colaboración y las Políticas sólidas
El éxito de la transición energética no depende solo de la innovación empresarial, sino también de la colaboración entre sectores y del apoyo gubernamental. Las políticas públicas facilitan la inversión en energías renovables y crear un entorno favorable para la innovación. Esto incluye incentivos fiscales, subsidios para proyectos de energía renovables y regulaciones que promueven la reducción de emisiones.
Colaboración Público-Privada
Las asociaciones público-privadas pueden acelerar el desarrollo de infraestructuras sostenibles. Los gobiernos pueden colaborar con empresas para desarrollar proyectos de gran escala, como parques eólicos y plantas solares, que no solo suministran energía limpia sino que también generan empleo y desarrollo económico local.
Formación y conciencia ambiental
Además de las políticas y las inversiones, es importante fomentar la formación y la conciencia ambiental tanto en el ámbito corporativo como en la sociedad en general. Las empresas pueden liderar iniciativas de formación y concienciación sobre la importancia de la sostenibilidad, no solo entre sus empleados sino también entre sus clientes y la comunidad.
Un futuro sostenible
La crisis climática que enfrentamos hoy es un llamado urgente a la acción. Los datos de 2023 y las previsiones de cierre para este año 2024 subrayan la necesidad de acelerar la transición a energías renovables y adoptar prácticas sostenibles. Las empresas tienen un rol fundamental en este proceso, no solo por su capacidad de innovación y adaptación, sino también por su influencia en el mercado y en la sociedad.
El camino hacia un futuro sostenible requiere un compromiso colectivo. Invertir en energías renovables, fomentar la innovación y colaborar con gobiernos y comunidades son pasos necesarios para mitigar el impacto del cambio climático y construir un mundo más equitativo y resiliente. La transición energética no es solo una necesidad ambiental, sino una oportunidad para impulsar el desarrollo económico sostenible y asegurar un futuro mejor para las próximas generaciones.
Este artículo se ha realizado en el marco de la Resolución de IVACE de concesión de una subvención al Consejo de Cámaras de la Comunitat Valenciana, para el fomento de la Sostenibilidad y Desarrollo Sostenible en el año 2024