La electricidad, omnipresente en nuestro entorno y esencial para todas las actividades empresariales, sigue siendo un terreno fértil para mitos y malentendidos. Con los avances tecnológicos y la creciente importancia de la sostenibilidad, es necesario que las empresas tengan una comprensión clara y precisa de cómo funciona esta fuente de energía. En esta primera entrada del Blog del mes de Octubre vamos a desglosar y corregir desde Cámara de Comercio Orihuela algunos de los mitos más comunes sobre la electricidad que circulan en el ámbito empresarial.
Mito n.º 1: Las baterías almacenan electricidad en su interior
La realidad al contrario a la creencia popular, las baterías no almacenan electricidad como tal. En su interior encontramos un electrolito, un compuesto químico líquido que interactúa entre dos electrodos (positivo y negativo). Al conectar la batería a un dispositivo, se produce una reacción química que genera iones y libera electrones desde el electrodo negativo hacia el positivo, creando una corriente eléctrica.
Mito n.º 2: El grosor del cable determina la cantidad de electricidad
La realidad es que el grosor de un cable no determina la cantidad de electricidad que puede transportar, sino la resistencia y la capacidad de manejar la corriente sin sobrecalentarse. Un ejemplo práctico es un río: en secciones estrechas el agua se mueve más rápido, pero la cantidad de agua que pasa sigue siendo la misma. De igual manera, la capacidad de un cable para transportar corriente depende de su resistencia y capacidad térmica, no de su grosor.
Mito n.º 3: La electricidad no tiene masa ni peso
La realidad es que aunque invisible a simple vista, la electricidad tiene masa y peso debido al movimiento de electrones, aunque extremadamente pequeño. Estos electrones, cuando se desplazan, poseen una masa que, aunque insignificante en términos cotidianos, es fundamental en la física de la electricidad.
Mito n.º 4: Las descargas de bajo voltaje no son peligrosas
La realidad es que las descargas de bajo voltaje pueden ser tan peligrosas como las de alto voltaje. La seguridad eléctrica no depende únicamente del voltaje, sino también de la corriente y el tiempo de exposición. Incluso descargas de bajo voltaje pueden provocar lesiones graves o incluso ser letales en ciertas circunstancias.
Mito n.º 5: La goma y la madera son los mejores aislantes
Aunque la goma y la madera son buenos aislantes, su eficacia depende de su pureza y composición. En aplicaciones industriales, los aislantes eléctricos deben ser cuidadosamente seleccionados y evaluados por su resistencia específica, ya que las impurezas pueden reducir significativamente su efectividad.
Mito n.º 6: Un generador eléctrico crea electricidad
La realidad es que los generadores no crean electricidad; transforman energía mecánica en energía eléctrica. Este proceso implica el movimiento de un conductor en un campo magnético, lo que induce un flujo de electrones en los cables conectados, generando electricidad.
Mito n.º 7: La electricidad viaja a la velocidad de la luz
La realidad es que la electricidad no siempre viaja a la velocidad de la luz. En un cable conductor, los electrones se mueven mucho más lentamente debido a la resistencia y otras propiedades del material. Las señales eléctricas, sin embargo, pueden moverse a una fracción significativa de la velocidad de la luz dependiendo del medio.
Mito n.º 8: Un aparato apagado no consume electricidad
La realidad es que muchos aparatos consumen electricidad incluso cuando están apagados, un fenómeno conocido como consumo en stand-by o consumo fantasma. Dispositivos como cargadores de teléfonos móviles, ordenadores y impresoras continúan consumiendo energía si permanecen conectados a la corriente, lo cual puede sumar costes significativos para las empresas a lo largo del tiempo.
Mito n.º 9: Dejar el ordenador encendido es más barato que apagarlo y volverlo a encender
La realidad es que el precio de dejar un ordenador encendido continuamente puede ser mayor que apagarlo y encenderlo nuevamente. Si el periodo de inactividad es mayor a 20 minutos, es más eficiente apagarlo. Esta práctica no solo ahorra energía, sino que también puede prolongar la vida útil del equipo al reducir el desgaste por sobrecalentamiento.
Mito n.º 10: La electricidad estática es diferente de la «normal»
La realidad es que la electricidad estática y la electricidad convencional son esencialmente la misma cosa: el movimiento de electrones. La diferencia radica en cómo se generan y manejan estas cargas. La electricidad estática es el resultado del desequilibrio de cargas en la superficie de materiales, mientras que la electricidad en los enchufes es una corriente continua de electrones impulsada por un campo eléctrico.
Mito n.º 11: Cambiar de compañía eléctrica es caro y complicado
La realidad es que cambiar de proveedor de electricidad no debería implicar costes añadidos ni complejidades significativas. La normativa actual obliga a las compañías eléctricas a facilitar este proceso, permitiendo a las empresas buscar opciones más económicas y sostenibles sin enfrentar obstáculos financieros o administrativos.
Implicaciones
En el actual mundo empresarial, la comprensión precisa de estos mitos y realidades es fundamental para la eficiencia operativa y la sostenibilidad. Las empresas deben saber entre otras:
Desde Cámara de Comercio Orihuela desmontar estos mitos no solo es una cuestión de conocimiento técnico, sino de aplicar esta comprensión para mejorar la eficiencia, seguridad y sostenibilidad de las operaciones empresariales. La electricidad sigue siendo una fuerza imprescindible para las empresas, y una gestión con fundamento y eficiente de este recurso puede marcar una diferencia significativa en el rendimiento y la competitividad en el mercado global.
Este artículo se ha realizado en el marco de la Resolución de IVACE de concesión de una subvención al Consejo de Cámaras de la Comunitat Valenciana, para el fomento de la Sostenibilidad y Desarrollo Sostenible en el año 2024